A pesar de los graves enfrentamientos y las evidentes distancias entre los tradicionalistas y el Régimen de Franco, quien había manipulado hábil e interesadamente el verdadero espíritu que había llevado a alzarse contra los excesos de la II República, asegurándose así el control del poder, el mismo Régimen que encarcelaba y perseguía carlistas, también intentó neutralizar amenazas otorgando condecoraciones y premios a veteranos tradicionalistas de otras guerras, pretendiendo así contentar a algunos y calmar los ánimos de otros, haciendo creer a los españoles que el liberalismo contra el que habían luchado los carlistas desde hacía un siglo había sido derrotado para siempre. Cosa que evidentemente no era así, pues pocos años más tarde el propio franquismo recurriría a ellos, a los tecnócratas liberales del desarrollismo de los 50 y 60, que se convirtieron en antecesores de lo que padecemos hoy día.
En la Memoria de la Diputación de León de 1940 encontramos la siguiente foto de un veterano leonés de la tercera guerra carlista, a la que acompañan las líneas que reproducimos a continuación:
Teniente honorario superviviente de la Guerra Carlista, a quien la Diputación pensionó |
La Comisión Gestora, considerando que don Cándido Muñoz Rodríguez de 84 años, natural de esta ciudad se ha hecho acreedor por sus virtudes, patriotismo y consecuencia, al homenaje público que le ha rendido la Nación por mediación de S. E. el Generalísimo, al concederle el grado honorario de Teniente, como superviviente de la Guerra Carlista, voluntario en los Reales Ejércitos de D. Carlos VII, acordó por unanimidad:
1.º Concederle como recompensa debida a su meritoria actuación cívica y sus virtudes, la pensión mensual de 60 pesetas, con carácter vitalicio y excepcional, y
2.° Que este acuerdo se ponga en conocimiento del Jefe del Estado, reiterando la inquebrantable y leal adhesión de la Comisión Gestora provincial al salvador de la Patria.
Memoria de la Diputación Provincial de León
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